jueves, 27 de junio de 2013

SOÑADORES EN EL XII ENCUENTRO NACIONAL DE CAMINANTES, FILANDIA, QUINDÍO


Desde enero hasta junio de 2013
Un grupo de Soñadores Deseó, Decidió y Determinó asistir al XII Encuentro Nacional de Caminantes, experiencia única que siempre nos mantuvo con los siete sentidos dispuestos, sólo nos entristecimos con la lesión en la mano de la compañera Leonor.
Dios permita su pronta recuperación.

Partimos desde Barranquilla, una mañana soleada del martes 25 de junio,  hasta el aeropuerto Simón Bolívar en la hermosa bahía de Santa Marta; allí, a las 9:35 a.m. abordamos el vuelo 8052 de Viva Colombia rumbo a Pereria, capital del departamento de Risaralda. después de una hora de viajar entre nubes y por encima de  mares, ríos y cordilleras aterrizamos en el aeropuerto Matecaña, de la ciudad Morena, querendona y trasnochadora, como es conocida, la Perla del Otún. Antes de continuar, vamos a recordar a los SOÑADORES de esas vivencias, quienes cumplieron otro de sus sueños: Xiomara Barraza, Mercedes Barraza, Rosimar Barraza, Dayana Barraza, Yurianis Ovalle Barraza, María Isabel Medina, Merly González, Leonor Vivius, Manuel García, Brianda Jiménez, Andrea Jiménez, José Hoyos y Martha Bolívar.
Nos recibió el señor Gustavo, quien nos trasladó hasta el hotel para dejar el equipaje e ir inmediatamente a Cartago, capital mundial del bordado; allí almorzamos y compramos blusas muy lindas. Después nos fuimos para Santa Rosa de Cabal, allí degustamos de tinto y refresco, nos tomamos fotos en la plaza del pueblo; Santa Rosa es famosa porque dicen (sí, son buenos) que preparan los chorizos más delicioso del país, igualmente por sus aguas termales, entonces tomamos el camino hacia San Vicente a 10 kilómetros del pueblo, por carretera destapada, parecía que no íbamos a llegar... pero llegamos y fue muy gratificante experimentar ese contraste de agua súper fría y agua súper caliente. El regreso a Pereira fua a las 11:00 p.m.

Al día siguiente a las 7:45 a.m. miércoles 26 de junio, día del cumpleaños de Martha, partimos rumbo a Armenia, para dejar el equipaje en el hotel, antes desayunamos en la vía en un restaurante parador, El Roble. Fue deliciosos, sólo hay que recordar que cuando en tierras cafeteras pidamos chocolate, debemos aclarar que con bastante leche porque ellos lo tomar sin leche.
Después del hotel, Viajamos hacia Calarcá, a 15 minutos de la capital quindiana; donde se encuentra el Jardín Botánico del Quindío. Fueron cuatro horas de caminata donde aprendimos mucho de botánica y flora, la mañana se fue volando como las espectaculares mariposas del mariposario, lugar donde ellas con un poco de dulce de naranja se posan en cualquier parte de tu cuerpo. En horas del mediodía nos fuimos rumbo al Parque Nacional del Café, descendimos por el teleférico, las chicas montaron a caballo, en la montaña rusa, en los rapiditos y en la montaña de agua las acompañamos Merce y yo. Merly y Xiomara pasearon en el tren que recorre el parque. El paisaje maravilloso. En horar de la noche regresamos a descansar en el hotel en Armenia, antes cenamos y José compró gaseosa y pudín para cantar cumpleaños feliz a Martha, eso, fue en el hotel al estilo piyamada.

A las 8:30 a.m. del día jueves 27 de junio, nuevamente, el señor Gustavo estaba con su buseta esperándonos, partimos hacia Filandia, sede del encuentro de caminantes, antes nos llevó a la plaza de Circasia, pueblo cerca a Filandia, degustamos  piña dulce de Cerritos, municipio de Risaralda.
Llegamos a Filandia, nos alojamos en las casas, luego nos presentmaos ante el comité organizador, donde nos entregaron las escarapela, afiches,camiseta, seguro y el certificado de participante al XII Encuentro Nacional de Caminantes, que este año contó con la participación de 44 grupos, por la región Caribe únicamente estuvo presente el departamente del Atlántico con cuatro grupos: Senderos del Caribe (pionero en estas actividades), Explora Atlántico (estudiantes de guianza de turismo de la universidad del Atlántico), Fundica tour (nuestros amigos Soñadores) y  tu grupo... SOÑADORES , el Club del ecoturismo.

Fuimos muy elegantes, llevamos tres uniformes, la organización pidió uniformidad para el encuentro: camiseta verde con el logo bordado en amarillo del lado de la espalda, sombrero vueltiao, ponchos y camiseta alusivas al carnaval (estos fueron la sensación todos preguntaban qué dónde lo habíamos comprado, que se lo regalaran, que se los vendieran... la secretaria de cultura y turismo se acercó a nosotros y nos pidió uno para el alcalde, entonces Andrea y Martha subieron a la tarima y le colocamos el poncho de Soñadores. También lucimos camiseta blanca manga larga con logo y igualmente la gorra caqui con verde. El pendón también llamó muchísimos la atención.

Llegó el día de la primera caminata, viernes 28 de junio, desde Barranquilla habíamos escogido las rutas: nos  inclinamos por la de entre cascadas por eso mismo, porque tenía baño y porque siempre escogemos las rutas que tengan cascadas, aunque sean de varios kilómetros, ésta era de 12.7, bastante exigente porque había llovido desde la madrugada. Fue una linda mañana, una vista única, de paisajes encantadores y de ensueños, disfrutando de aire puro. Hasta que llegó el descenso y la compañera Leonor cayó y se fracturó la muñeca de la mano izquierda. Como cosa rara yo iba de primera, porque siempre soy rastrillo por los malestares de los espolones. Bueno, unos llegaron hasta la cascada otros no. Casi para finalizar el recorrido descansamos en una finca donde nos brindaron refrescante agua de limón (me tomé tres vasos), un paisa expuso y nos demostró el oficio del arriero, fue una clase de historia de Colombia, fue un libro abierto o una página de Google en vivo y en directo, finalmente caminamos un kilómetro más, excepto Manuel, quien terminó la caminata de 12.7 km. pero nosotros  nos subimos a un jeep Willy hasta Filandia.
El sábado no caminamos, estuvimos conociendo más el pueblo...

El domingo 30 de junio, muy de madrugada: Merly, Brianda, Yurianis, Dayana, Rosicarmen, Manuel y José
alistaron morral y salieron a las 4:45 a.m. rumbo a la caminata que los llevaría hasta el muncipio de Pijao. Cuentan que fue muy linda la experiencia, los paisajes muy hermosos. en filandia se quedaba Leonor, por su resfriado, más que por la lesión en la mano, y Mary para cuidarla.
Mientras que Mercedes, Xiomara, Andrea y Martha se disponían para visitar Salento y el valle de Cocora; a las soñadoras, tuvimos la grata compañía del profesor escritor Orlando Herrera, quien no viajó con su grupo Fundica tour al parque del Café porque tenía que estar en Filandia en horas de la tarde. En la plaza del pueblo rentamos un jeep y nos llevó expreso a nuestros destinos. encontramos nuevamente, muy lindo y acogedor a Salento, compramos detallitos, nos encontramos con nuestras hermanas mayores de la comunidad embera, a ellas les compramos collares y aretes. En las tiendas adquirimos dulces de café...
A las 12:30 p.m. partimos hacia Cocora, valle que da origen al árbol nacional: la palma de cera del Quindío. el paisaje que allí se observa es de ensueño, y a nosotros los caribeños nos encantan los 14 grados de temperatura que a esa hora se siente allí. Después de tomarnos fotos y filmar nos dispusimos a almorzar unas suculentas truchas: mi sueño, se hacía realidad: degustar truchas frescas (como en Los Aleros, Mérida, Venezuela); unos pidieron al ajillo, otros en salsa de champiñones, acompañadas con gigantísimos patacones, típicos de la región, y jugos de guanabana, lulo; servidos no en vasos, sino en jarras.
Todos tuvimos ¡excelente apetito!
Ese mismo día, José, Brianda, Merly y Manuel después de la caminata se fueron para Salento. comentaron que después de 1:30 p.m. ya el pueblo hervía de la cantidad de gente (seguro caminantes). Las Soñadoras: Yurianis, Dayana y Rosi decidieron irse a descansar en la sede del encuentro, Filandia, La hija de los Andes.
Cabe anotar, que durante el  día, estuvimos llamando a María Isabel para saber de Leonor, quien ya mejoraba de la gripe.

Lunes 1 de julio, día festivo. Muy temprano nos levantamos, nos despedimos de los anfitriones. Luego nos encontramos en una cafetería de la plaza de Filandia, para desayunar. Muy cerca estaba el señor Gustavo, quien nos llevaría a Quimbaya para realizar nuestra última actividad de esa temporada en el eje cafetero. el viaje fue de 45 minutos, aproximadamente: bueno, llegamos a la plaza del pueblo, la cual estaba siendo lavada por la máquina de bomberos, labor que realizan frecuentemente, según nos comentó el señor Gustavo, quien reside en esa población. Mercedes, José, Merly, Leonor (con su mano delicadita también lo hizo)y yo compramos detalles "de café" ja,ja,ja,ja para obsequiar en Barranquilla. Luego nos dirigimos a la oficina de Embalses Río la vieja: nos cambiamos de ropa para bañarnos en el río, tomamos juguitos y agua para la sed. La Soñadora Leonor se quedó ahí, para evitar contratiempos con el brazo.
El paseo en jeep hasta Puerto Alejandría , en el Quindío fue muy bacano, clima fresco, ni caliente ni frío. Abordamos la balsa a las 10:30, aproximadamente. Tanto el inicio como el final del balsaje fueron espectaculares, como dice en el Facebook la Soñadora Mercedes: "para repetir". El agua es fría, limpia, amplio el río engalanado con la frescura de los árboles. La balsa era dirigida por dos bogas: uno adelante y el otro en la parte de atrás. Durante todo el recorrido nos encontramos con varias balsas y botes, todo era muy divertido, unos se bañaron más que otros: José, María Isabel y Mercedes, quien aprovechó y realizó magnífico ejercicio de natación. Mary no se cansó de gritar: "el agua está fría". La balsa iba río abajo y los que estaban en el río también, siempre al lado de la balsa (claro no pegados a ella). Había algunos momentos en que el conductor nos decían que debíamos subirnos porque era muy llanito y nos podíamos golpear con las piedras (Martha se subió después y se maltrató un poco el dedo ji,ji,ji). Después de 2 horas de recorrido llegamos al sitio para ir a la cascada El mico, ya en jurisdicción del departamento del Valle del Cauca. Caminamos como 25 minutos para llevar a la sorprendente caída de agua limpia y fría, la que inicialmente nos bañaba con el rocío de la brisa y de su fuerza por lo alto de su descenso (25 0 30 metros). Nos bañamos, luego retornamos para almorzar un delicioso fiambre (pollo guisado, arroz, yuca, papa y refresco). Después de la siesta, nos volvimos a subir a la balsa para seguir nuestra aventura, nos brindaron tinto. Seguimos con las sesiones de fotografías y la diversión. A las 4:30 o más llegamos al puerto Piedras de Moler, Valle del Cauca, cerca a Cartago. Allí estaban Leonor y el conductor para llevarnos a la ciudad de Pereira, la Perla del Otún. Regresamos al mismo hotel del primer día de nuestra excursión: salimos a cenar. al día siguiente fuimos a desayunar muy cerca del hotel para partir en tres taxis hacia el aeropuerto Matecaña. El viaje fue muy bueno. En el aeropuerto Simón Bolívar de la bahía más linda de América estaba la buseta de Berlinas, la que contratamos para esos traslados, esperándonos. En Ciénaga compramos refrescos y llegamos a Barranquilla a las 2:30 p.m. , no tan feliz por el incoveniente de la Soñadora Leonor. Pero gracias a Dios se está recuperando poco a poco. Todos quedaron con el sueño de volver al próximo ENCUENTRO NACIONAL DE CAMINANTES, que será en Guatapé, Antioquia, la Venecia colombiana, en el mes de mayo de 2014.


Disfrutando de un contraste de temperatura: fría en la ducha e hirviendo en la piscina, también nos dimos un baño turco. Todo esto fue en los termales de San Vicente, Risaralda.

En el vuelo de Viva Colombia hacia Pereira.

En la plaza de Filandia, el viernes 28, después del primer desfile por el pueblo.


En la cascada El mico, departamento de Valle del Cauca, límites con Quindío. Fue un pare de la travesía con la balsa que tomamos en Puerto Alejandría, Quindío, cerca a Quimbaya.

El recorrido en el Laberinto, del Jardín botánico en Calarcá, Quindío.

En las afueras del restaurante campestre, El roble, después del desayuno.



Caminata del domingo, en Pijao, municipio quindiano, con una distancia, aproximada, de dos horas de Filandia.

Puente colgante, en el jardín botánico, éste nos conduce al espacio dedicado al avistamiento de aves.
¡Buen provecho!


Saliendo del hotel, en Pereira.
Las Soñadoras: Dayana, Rosi, Andrea, Yuri y Mary posando con el arriero, quien nos regaló una conferencia sobre su faena.


¡Ay! mamá... que balsaje tan espectacular: ¡para repetir!
...Y soportamos el cansancio, malestares en los pies...
¡Valió el esfuerzo!



¡Babillos al agua!, qué digo... Soñadores al agua ja,ja,ja,ja,ja...

Caminata hacia el atractivo principal: Entre cascadas.

Un alto en el camino, para posar y seguir respirando, aire puro, aire a café natural.
 ¡Arriba los brazos, chicas!

El uniforme de la locura: el atuendo alusivo al carnaval trastornó la tranquilidad de caminantes y lugareños.

¡Nos anotamos un hit! o un goooooooool...

El domingo, la fiesta de despedida, fue con fogata.

 Aquí, disfrutamos un delicioso baño en las frías aguas de la cascada El mico.

Con Fundica tour, Explora Atlántico y Senderos del caribe, represetamos al Atlántico.

Este el atuendo propicio para las caminatas: escarapela, manga larga, morral, gorra, botas, el jean se pudo reemplazar por sudadera (es más cómoda).
Mapa del Quindío en alto relieve.
Una breve muestra del hermoso paisaje, de ensueño.
 Llovía un poco: en esta imagen también tenemos otros implementos necesarios para las caminatas: tercer pie (bastón) e impermeable.

¿Cansados o felices? o ¿cansados felices?

Detrás de nosotros: Explora Atlántico, grupo de la universidad del Atlántico.
Compartiendo momentos de la caminata con caminantes de toda Colombia.


Las hermanitas Barraza Hurtado: ¡qué caminantes tan elegantes!
Momentos en que Andrea Carolina hace entrega del poncho alusivo al carnaval, al alcalde de Filandia; en representación de los grupos del Atlántico le obsequiamos ese detalle.